Artículo publicado por Silvia Egea el 17 de octubre de 2009
Resulta muy farisea la actitud del Sr. Colomines, Director de la Fundación Trias Fargas, esa huida hacia adelante amenazando convertir a Catalunya en una especie de saetin a la italiana, me parece de muy poca gracia, y manifiesta muy poca altura por su parte, tanto moral como política, y mucho más cuando asistimos estos días impávidos a un bombardeo de tramas de corrupción, seguidas de la impunidad absoluta y carencia de moralidad de los implicados que lo único que persiguen es mantenerse en el “trono”.
Y ahora este individuo, en lugar de entonar el “mea culpa” o callar como hacen otros compañeros suyos, cobardemente, da a entender que el resto de partidos políticos o sus fundaciones están, presuntamente, tan sucios como el suyo.
Yo le diría que si realmente tiene conocimiento que han existido más fundaciones políticas beneficiadas que lo diga o calle para siempre, puesto que su actitud lo único que provoca es la confusión en el ciudadano que es al fin y al cabo el más perjudicado y la víctima final de todas estas bajezas.
Sin lugar a dudas, lo que no puede negar es que la Fundación que preside se ha beneficiado de donaciones provenientes del Palau y Orfeó Català y que ha de devolver porque sino se convierte en cómplice del expolio que el Sr. Millet ha practicado durante todos estos años con total impunidad sobre esta Institución como si se tratase de su cortijo, la cual no hay que olvidar ha recibido ayudas públicas tanto del Govern de la Generalitat como del Gobierno Español.
Por ello, exigir a este individuo que asuma su parte de responsabilidad en este asunto, y que por favor, si tiene algún sentido de Estado o estima hacia su país, no convierta a Catalunya en esa Italia esperpéntica de la actualidad, no quiera recrear aquí la “Cosa Nostra” salvo que quiera convertirse en el padrino. Eso sí, recordarle que para ello es necesario tener una talla de la cual él carece, y prevenirle que vaya con cuidado al encender el ventilador no sea que la mierda acabe inundándole.
Mientras hoy día de “la Erradicación de la Pobreza” leo que un niño muere de hambre cada seis segundos, haciendo patente así nuestras auténticas miserias.
Y ahora este individuo, en lugar de entonar el “mea culpa” o callar como hacen otros compañeros suyos, cobardemente, da a entender que el resto de partidos políticos o sus fundaciones están, presuntamente, tan sucios como el suyo.
Yo le diría que si realmente tiene conocimiento que han existido más fundaciones políticas beneficiadas que lo diga o calle para siempre, puesto que su actitud lo único que provoca es la confusión en el ciudadano que es al fin y al cabo el más perjudicado y la víctima final de todas estas bajezas.
Sin lugar a dudas, lo que no puede negar es que la Fundación que preside se ha beneficiado de donaciones provenientes del Palau y Orfeó Català y que ha de devolver porque sino se convierte en cómplice del expolio que el Sr. Millet ha practicado durante todos estos años con total impunidad sobre esta Institución como si se tratase de su cortijo, la cual no hay que olvidar ha recibido ayudas públicas tanto del Govern de la Generalitat como del Gobierno Español.
Por ello, exigir a este individuo que asuma su parte de responsabilidad en este asunto, y que por favor, si tiene algún sentido de Estado o estima hacia su país, no convierta a Catalunya en esa Italia esperpéntica de la actualidad, no quiera recrear aquí la “Cosa Nostra” salvo que quiera convertirse en el padrino. Eso sí, recordarle que para ello es necesario tener una talla de la cual él carece, y prevenirle que vaya con cuidado al encender el ventilador no sea que la mierda acabe inundándole.
Mientras hoy día de “la Erradicación de la Pobreza” leo que un niño muere de hambre cada seis segundos, haciendo patente así nuestras auténticas miserias.
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